Cruceros en el Caribe
Los cruceros en el Caribe poco tienen que ver con los cruceros en Europa. Y es que el destino lo cambia todo, pues en tierras caribeñas lo que domina son las excursiones de ocio y actividades deportivas, como hacer esnorquel entre peces de colores, rutas en 4×4, en quad, en moto de agua o en kayak, bañarse con manta rayas y mucho más. El crucero se convierte así en una fiesta continua, tanto a bordo como en tierra, donde sol y playa marcan el ritmo, y las frondosas islas caribeñas, ponen el escenario perfecto.
Nada de ver monumentos, catedrales, ruinas o cascos históricos, nada de grandes ciudades, tráfico y desplazamientos por autopista, simplemente playa, naturaleza, y exploración. Podríamos decir que las excursiones en Europa son “visitas guiadas” y en el Caribe son “experiencias guiadas”. Eso no significa que el Caribe sea un erial sin monumentos o legado cultural que ver, pero es cierto que las opciones son más limitadas.
Sin duda, San Juan de Puerto Rico tiene el precioso Castillo San Felipe del Morro frente al cual desfilan los cruceros camino a su puerto, y un bonito casco histórico, el Viejo San Juan, por no hablar de La Habana, una joya toda ella, pero poco más podemos encontrar, salvo haciendas históricas o destilerías de ron.
Es tal la orientación hacia las actividades de ocio y deportivas que las navieras han creado sus propios resorts privados donde los pasajeros pueden disfrutar de innumerables atracciones con los más altos estándares de calidad.
Royal Caribbean tiene una península privada en Haití, llamada Labadee, donde puedes descender una montaña en la tirolina sobre agua más larga del mundo, o sobre un vagón que atraviesa el bosque en railes, e incluso puedes probar el tobogán de 90 metros de largo con 10 vueltas y giros. También hay opciones más relajantes y diversión para niños. Royal Caribbean está mejorando su otra isla privada, CocoCay, para convertirla en un impresionante parque acuático y de ocio en los próximos años.
MSC Cruceros apuesta fuerte por el Caribe, pues situará en la zona varios de sus barcos más modernos en las próximas temporadas, y también ha comprado una isla para convertirla en un resort de ocio llamado Ocean Cay.
El gran puerto de embarque es Miami, la ciudad turística y latina por excelencia de EEUU. Bien merece la pena pasar un par de días en esta divertida zona turística disfrutando de sus playas, ambiente nocturno, mansiones de millonarios y enormes centros comerciales.
Cualquier momento del año es bueno para hacer un crucero por el Caribe, y aunque la temporada de huracanes va desde julio a noviembre, eso no debería acobardarnos. Los cruceros modifican su ruta en caso de que un huracán se vaya a cruzar en su camino, y en cualquier caso, la mayor parte de los años, eso solo sucede un par de veces en toda la temporada, las posibilidades de que nos toque son muy pequeñas.
Los meses venideros de otoño e invierno son óptimos, pues los vuelos están más baratos, y los precios de los cruceros allí suelen ser más asequibles que en Europa, incluso en los mejores barcos del mundo, que allí tienen todavía más competencia. ¿Y si te dijera que por el precio de un crucero en el Mediterráneo en verano puedes volar a Miami y hacer un crucero en alguno de los mejores barcos del mundo en temporada baja? Descúbrelo aquí.